mercoledì 12 marzo 2014

"El Chiringuito de Jugones": ¿periodismo o espectáculo televisivo? Análisis del programa del 4/3/2014


Una charla informal entre amigos en la que nadie consigue que se guarde el silencio mientras están hablando los demás: ésta ha sido mi primera impresión sobre “El Chiringuito de Jugones”.

 Los temas son seguramente actuales e interesantes, como en el caso del programa del pasado 4 marzo, en el que se han comentado las últimas declaraciones del capitán del Barça Carles Puyol, pero no vienen tratados de manera profesional ni llevan muchas nuevas aportaciones a la audiencia. Si analizamos el término “tertulia” como género de información periodística en televisión, podemos reconocer el papel fundamental que el moderador de la transmisión (en este caso Josep Pedrerol) debe cumplir. De hecho, el moderador es el que tiene que asegurarse que lo que están diciendo los tertulianos resulte claro a los espectadores y el que tiene que dar a cada invitado su turno de palabra y hacer que los otros lo respeten con educación. “El Chiringuito”, en cambio, parece más una competición continua entre los diferentes tertulianos, empeñados en el intento de imponer su tono de voz y su pensamiento sobre los de los otros participantes. Continuando con las críticas, el hecho de que los temas analizados se centren solamente en dos equipos, Barcelona y Real Madrid (tres, si consideramos también el Atlético) segmenta demasiado el público de referencia, aunque este problema no concierne solo “El Chiringuito”, sino casi todas las transmisiones televisivas españolas que tratan de fútbol.

Además de estos matices negativos, el programa transmitido por canal Nitro tiene también aspectos positivos. Por ejemplo, resulta muy innovadora la idea de invitar a jugadores de fútbol que militan en ligas menores o a ciudadanos expertos de dicho deporte, convirtiéndolos en tertulianos y enfocando una pequeña parte del programa exclusivamente sobre ellos y su relación con el fútbol. Hoy en día, en los géneros de información como la tertulia, la interactividad con el público es imprescindible y en “El Chiringuito” se da justamente mucho espacio a la lectura y a los comentarios en directo de los tweets enviados por los espectadores, que de esta manera participan aún más. “El Chiringuito” cumple también con la función de entretenimiento típica del periodismo deportivo utilizando vídeos e imágenes, cómicos o informativos, relacionados con el fútbol nacional y también mundial, además de contar muchas anécdotas inéditas sobre las vidas privadas de los ídolos de los aficionados.

El presentador Josep Pedrerol
Sin embargo, en un género periodístico como la tertulia y en todo el periodismo en general, no hay que olvidar que el primer imperativo es ofrecer informaciones. Por consecuencia, se necesita que los tertulianos debatan enfrentando sus pensamientos contrastantes de manera educada y organizada para que la audiencia pueda entender los contenidos de la tertulia y ampliar sus conocimientos sobre determinados hechos. Es verdad que la polémica, sobre todo en televisión, genera mucho espectáculo y tiene muchísimo éxito entre los espectadores, pero deben existir límites precisos para que el espectáculo televisivo esté siempre equilibrado con la capacidad de información del programa. “El Chiringuito de Jugones” rompe este equilibrio, privilegiando un tipo de tertulia en la que los participantes, que en el caso de la transmisión del 4 marzo no eran personas comunes, sino prestigiosos periodistas de la prensa deportiva nacional como Cristina Cubero, Tomás Roncero o Manu Sáinz, defienden su posición y su equipo preferido con gritos y nada más.
Es principalmente por esta razón que me cuesta mucho relacionar un programa como “El Chiringuito” a un concepto tan elevado como el periodismo.
G.I.


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