Toy Stories es un
proyecto fotográfico del fotógrafo italiano Gabriele Galimberti,
que dio la vuelta al mundo durante 18 meses para retratar a niños de
los cinco continentes mostrando sus juguetes favoritos. Este
proyecto, iniciado por casualidad cuando unos amigos pidieron a
Galimberti que hiciera un retrato de su hija pequeña, que quiso
aparecer con sus muñecas, nos ofrece imágenes muy expresivas e
interesantes, con las que podemos analizar las diferentes culturas y
los distintos contextos socio-económicos del mundo.
![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_um7_1sZStOq5qrPAC0zgPFuAZrDNEAZKB9S_t5vJZUgjbZRinhTkm03PcRYvTsI_Rk1p9v_zOG36FFQ1aCGcDdcOgF5hj5Nv8uBom8RxyDpQRPAFrDmErYbRojhT16_O5iy4FgTwOky4St3XUjlKdE6LepW8SA9d39T0xUlxzvazdD=s0-d) |
Maudy (Zambia) © Gabriele Galimberti |
De hecho, la
realidad cotidiana a la que estos niños se enfrentan está muy bien
reflejada en la cantidad y en la calidad de sus juguetes y en su
relación con ellos. Maudy de Kalulushi (Zambia), por ejemplo, se presenta con
numerosas gafas de sol, los juguetes preferidos por los chicos de su
pobre aldea, donde la falta de tiendas, restaurantes y hoteles hace
que los niños se contenten con poco. Su cara feliz mientras lleva un
par de gafas amarillas contrasta mucho con el escenario de la foto,
que muestra un paisaje desolado y poco sugestivo.
En cambio, la
imagen de Orly, un niño de Texas (USA), de pie sobre su cama con una
manta de Spiderman y muchos dragones y dinosaurios a su lado, nos
presenta la cultura americana, donde televisión, cine y cómicas
permiten a los niños viajar con la mente en mundos fantásticos e
irreales, donde superhéroes luchan contra las fuerzas del mal y
donde el consumismo y el marketing comercial juegan un papel de
protagonistas. Otra representación del american dream es
exhibida por Puput, una niña de Bali (Indonesia) crecida dentro de
una subcultura donde se admira el modelo estadounidense, aunque el
contexto y el estilo de vida resulten muy diferentes. Comparando el
aspecto de su habitación con sus juguetes, podemos observar de un
lado una manta que recuerda las rallas y las estrellas de la bandera
de los Estados Unidos y, por otro lado, unas cuantas pelotitas
coloradas, entre las cuales muchas parecen pinchadas.
En el retrato
de Alessia, una niña que vive en un pueblo en la provincia de
Florencia (Italia), el sujeto de la foto es sin duda expresión de la
realidad más cercana a la niña. De hecho, Alessia se presenta cerca
de muchas vacas en una granja y sus juguetes son todos relacionados
con el trabajo en el campo, al que, muy probablemente, esta asiste
cada día junto a su familia.
![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vU-wiT74E0cKIX_MVWhl2OhHyD1qsDPtd4iyQP7DZ5gZIMWdcLSjaseMcGQZ7Dqbar3-HJtcckyqAyWSfvl5KrcZ0FCQhkN2MyRghakbht3QKuSMnqVKoHi4ksErnJwbQl4tNJPgJ6klexJ0T5R4thOFNW2FWkgDtS=s0-d) |
Tyra (Suecia) © Gabriele Galimberti |
Muy interesante es también la historia
de Abel, un niño mexicano de Nopaltec, que se presenta con sus
juguetes favoritos, coches y camionetas que le recuerdan los que
muchas veces ve pasar en el mundo real cerca de su aldea para llegar
en las plantaciones de azúcar.
En cambio, el retrato de otra niña
europea, Tyra de Estocolmo (Suecia), consiste en un resumen infantil
de la felicidad con la niña que sonríe divertida al lado de su
casita de muñecas, su juguete favorito, que probablemente es la
versión en plástico de la verdadera casa donde vive con su familia.
Muchas otras fotos nos muestran a niños de la misma edad, muy
similares, pero al mismo tiempo tan diferentes por la calidad de vida
y los problemas cotidianos. El contexto socio-cultural es un factor
muy influyente en la orientación hacia el mundo del entretenimiento
para los niños de todo el planeta. De hecho, en los retratos
realizados por Galimberti los que provienen de subculturas más ricas
y desarrolladas raramente parecen contentarse sólo de uno o dos
juguetes, enseñando con orgullo juguetes muy elaborados e
imitaciones de personajes de películas o de dibujos animados,
diferentemente de los niños de África o de otros países del Tercer
Mundo, como Botlhe de Maun (Botswana), que, a pesar de tener solamente un
mono de peluche, mantiene una sonrisa sincera y contagiosa. Como ha
afirmado el mismo Galimberti, a través de este trabajo se puede
aprender más sobre los adultos que sobre los niños, porque estos
últimos reflejan completamente la situación emocional, económica,
cultural y social de sus familias. Entonces, se puede concluir que el
trabajo del fotógrafo italiano nos garantiza un acceso muy original
tanto a la dimensión lúdica de muchos niños de todo el mundo como
a la intimidad y al contexto en el que viven sus familias.
G.I.